PASAJE BÍBLICO

Hechos 10:44-48

RECURSOS PARA PREDICAR

Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller

 

EXÉGESIS:

EL CONTEXTO:

El contexto de esta historia empieza con la llamada de Dios a Abram y cuando Dios prometió, “y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). Aunque el Antiguo Testamento relata la historia de Israel como el pueblo elegido de Dios, también hay algo a lo largo de la historia que nos recuerda del amor que Dios siente por los gentiles. Por eso, la ley judía requiere tratar con justicia a los extranjeros (Éxodo 22:21; 23:9; Deuteronomio 10:19) – Rahab (Josué 6:25) y Ruth (Ruth 1:16-17), ambos gentiles, forman parte de la genealogía de Jesús (Mateo 1:5) – y Dios envió Jonás a Nínive para salvar a los gentiles ninivitas (Jonás 1:2).

En el Nuevo Testamento, la bienvenida de los gentiles aumenta. Después de su resurrección, Jesús les dijo a los apóstoles, “Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra”(1:8). En Pentecostés, Pedro (aún sin entender por completo el significado de sus palabras) dijo, “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (2:39).

No obstante, en los primeros capítulos de Hechos, membrecía en la iglesia requería ser parte de la fe judía.

En capítulo 8 Felipe bautizó un eunuco etíope – hombre al que por su defecto físico (castración) no podía participar plenamente en la comunidad judía.

Entonces, en capítulo 9 se relata la conversión de Saulo (Pablo), quien será en el gran apóstol de los gentiles.

En la primera mitad de Hechos 10, Dios les da visiones a Cornelio y a Pedro. En su visión, Cornelio, centurión romano y gentil devoto, fue instruido mandar por Pedro. Pedro, en su visión, vio animales impuros (según ley judía) y recibió orden de Dios para matarlos y comerlos. Cuando Pedro intentaba comprender el significado de esta visión preocupante, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Entonces el Espíritu le dijo a Pedro, “He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos; porque yo los he enviado” (10:19-20). Pedro fue con ellos a Joppe, donde encontró a Cornelio. Le dijo, “Vosotros sabéis que es abominable á un varón Judío juntarse ó llegarse á extranjero; mas me ha mostrado Dios que á ningún hombre llame común ó inmundo” (10:28).

Entonces Pedro les predicó un sermón a estos gentiles parecido a su sermón de Pentecostés (10:34-43). Concluyó diciendo, “A éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (10:43). En vista de la presencia de gentiles, la palabra “todos” es significante.

HECHOS 10:44-46: EL ESPÍRITU SANTO CAYÓ SOBRE TODOS LOS QUE OÍAN EL SERMÓN

44Estando aun hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el sermón. 45Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á Dios.

“Estando aun hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el sermón” (v. 44). Antes de ser interrumpido, Pedro decía que “TODOS los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (10:43). Dios elige ese momento para interrumpir a Pedro – para engendrar a “todos los que oían el sermón” (incluyendo los gentiles allí presentes) con el Espíritu Santo.

Esta secuencia es algo inusual ya que generalmente el don del Espíritu Santo sigue al bautizo (2:38; 8:14-17; 19:1-7).

No obstante, el don del Espíritu Santo en esta ocasión es apropiado ya que representa un paso importante en el acercamiento de la iglesia hacia los gentiles. Gentiles siempre eran bienvenidos en la iglesia si antes se habían convertido en judíos prosélitos. En este caso, sin embargo, no hay (ni habrá) ninguna mención de la conversión a la fe judía. Dios concede el Espíritu a estos gentiles para confirmar su deseo de aceptarles en la iglesia sin necesidad de una previa conversión a la fe judía.

Este evento ha sido llamado “El Pentecostés Gentil” por sus paralelos con el Pentecostés de Jerusalén. El sermón de Pedro (10:34-43) es más corto que su sermón de Pentecostés (2:14-36), pero se parece en muchos respectos. En las dos ocasiones, el resultado fue el bautizo y el don del Espíritu Santo.

“Además, desde este momento, cuando se le pregunta a Pedro que interprete el estatus de gentiles no circuncidados dentro de la iglesia o en relación a los judíos/Jerusalén, su apelación final no será la de su visión, sino la aceptación del Espíritu Santo por parte de Cornelio” (Wall, 167).

“Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo” (v. 45). Eso se paralela a la sorpresa de la multitud en Pentecostés que, al oír a los apóstoles hablar en varias lenguas, “estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto?” (2:12).

Este versículo no nos dice que Pedro estuviera asombrado, aunque seguramente sí le asombrara que estos gentiles recibieran el Espíritu Santo antes de ser bautizados. Pero Dios preparó a Pedro para este momento cuando le dio una visión y por medio de su conversación con Cornelio, el centurión romano (10:1-33). Pedro ha defendido la fe judía, pero Dios le ha llevado arrastrando hacia una nueva postura a pesar de sus quejas (10:13-14). Una vez que Pedro quedó convencido de que Dios pretendía el Evangelio cristiano para gentiles también, cambió por completo y se convirtió en defensor de los gentiles.

Pero los creyentes circuncidados (cristianos judíos) que estaban con Pedro se quedaron atónitos. Aún no entienden lo que Dios pretende hacer al incluir gentiles en la iglesia sin haberse convertido primero a la fe judía. La preparación que ellos han recibido para este evento es aún menos completa que la de Pedro.

“Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á Dios” (v. 46). El hablar en lenguas es señal que estos gentiles han recibido el Espíritu Santo.

No obstante, eruditos suelen concordar que el hablar en lenguas que se menciona aquí es distinto al hablar en lenguas del Pentecostés en Jerusalén. En Jerusalén, los apóstoles “fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen… y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua” (2:4, 6). En esa ocasión, el hablar en lenguas tiene dos propósitos. Primero, confirmar para la multitud que algo milagroso estaba ocurriendo. Segundo, ayudar a los apóstoles a comunicarse con gente que, de otra manera, no hubiera comprendido.

Este hablar en lenguas de los gentiles también tiene dos propósitos. Primero, confirma para creyentes judíos que Dios bendice a estos gentiles con su Espíritu. Segundo, hace posible que estos creyentes gentiles (que obviamente creen en este momento) exalten a Dios – que alaben a Dios y glorifiquen su nombre. Por lo tanto, mayor parte de eruditos concuerda que este hablar en lenguas se trata de un hablar en lenguas extático como el que se menciona en 1 Corintios 14:2.

HECHOS 10:47: ¿PUEDE ALGUNO IMPEDIR EL AGUA DEL BAUTIZO

47Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir (griego: kolusai – de koluo – prevenir) el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?

“¿Puede alguno impedir (koluo – prevenir) el agua, para que no sean bautizados?” (v. 47a). Pedro, quien hace solo muy poco había abandonado su creencia de que solo judíos podrían ser bautizados, ahora provee la iniciativa para bautizar a estos gentiles. Obviamente, cree que necesitan ser bautizados a pesar de que ya hayan recibido el Espíritu Santo.

Koluo es el mismo verbo que utilizó el eunuco cuando dijo, “He aquí agua; ¿qué impide que

yo sea bautizado?” (8:36). El eunuco también era gentil y, en cada caso, la pregunta koluo se hace esperando la respuesta, “No hay nada que lo impida.”

Anote que Pedro no menciona la circuncisión como condición necesaria para el bautizo.

“éstos que han recibido el Espíritu Santo” (v. 47b). Pedro aboga por ellos porque ha visto pruebas (hablar en lenguas) de que Dios ha concedido el Espíritu Santo a estos gentiles. Pedro ve este regalo como señal de Dios dándoles la bienvenida a los gentiles.

A Pedro nunca le ha gustado desviar de las normas aceptadas, pero cuando se da cuenta de que se trata de la voluntad de Dios, se mueve rápidamente.

“también como nosotros” (v. 47c). No hay distinción entre creyentes judíos o gentiles. Ambos han recibido el mismo Espíritu.

HECHOS 10:48: Y LES MANDÓ BAUTIZAR

48Y les mandó bautizar en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

“Y les mandó bautizar en el nombre del Señor Jesús” (v. 48a). Parece que Pedro no bautiza personalmente a los creyentes gentiles, sino que manda a otros cristianos – los que le han acompañado de Joppe (10:23) – que lo hagan. “Esto es aún más prueba de que los primeros cristianos no tenían preferencias en cuanto a quién administraba el rito” (Polhill, 264-265).

“Entonces le rogaron que se quedase por algunos días” (v. 48b). No hace mucho tiempo que Pedro hubiera rehusado la hospitalidad de un gentil para compartir su mesa y hogar, porque creía que la voluntad de Dios era que judíos se mantuvieran separados de gentiles.

Aunque este versículo no dice explícitamente que Pedro acepta esta invitación, si lo implica. Dios ha proveído amplias pruebas (la visión de Pedro y el don del Espíritu Santo a los gentiles) para mostrar que pretende abrir la iglesia a los gentiles. Igual que no había motivo por el cual impedir el agua del bautizo a los gentiles, no hay motivo para que Pedro no acepte la hospitalidad de un gentil.

POSDATA:

Pedro defenderá sus acciones ante la iglesia de Jerusalén en 11:1-18 y también las defenderá ante el concejo en Jerusalén en 15:1-21.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

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