Comentario

Estudio de la Biblia

Lucas 21:5-19

Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller

LUCAS 19-21. EN EL TEMPLO

Desde su triunfante entrada a Jerusalén (19:28-40), las actividades de Jesús se han centrado alrededor del templo, donde él:

• Limpió en templo (19:45-46)

• Enseñó y contestó las preguntas de oyentes hostiles (19:47-48; 20:1-8, 20-40).

• Dio la parábola de los Inquilinos Malvados, señalando su muerte en manos de los que guardan el templo – y concluyendo con el versículo de la piedra que más tarde se convirtió en la piedra angular a pesar de ser previamente rechazada por los constructores (20:9-19).

• Denunció los escribientes (20:45-47).

• Alabó la generosidad de la viuda pobre (21:1-4).

Este discurso, empezando en 21:5, continúa a lo largo del capítulo. Nuestra lección del Evangelio toma la primera mitad de este discurso.

Lucas escribió este Evangelio una década o más después de la destrucción de Jerusalén y el templo en 70 a.C. Para apreciar el impacto que estos eventos tuvieron en la temprana iglesia, solo tenemos que recordar el 11 de septiembre. ¿Qué hubiera pasado si en vez de destruir dos edificios hubieran destruido la ciudad de Nueva York entera? Aún una década después (Lucas escribe este Evangelio una década tras la caída de Jerusalén), estos eventos estarían en nuestras mentes como un cambio significante en nuestra historia.

LUCAS 21:5-6. TODO SERÁ DERRUMBADO

5Y á unos que decían del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo: 6Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.

“Y á unos que decían del templo” (v. 5). Éste es el tercer templo. Salomón construyó el primer templo que fue destruido por el segundo ataque babilónico en 587 a.C. Cuando los judíos volvieron de su cautividad en Babilonia, construyeron el segundo templo – una tremenda obra de fe pero inferior al templo original. Herodes destruyó este templo en el año 20 a.C. para hacer espacio para su templo – el que los discípulos admiran aquí.

El templo de Herodes, bajo construcción por medio siglo, no será completado hasta el año 63 d.C., pero es, de todos modos, magnifico. Está situado en un lugar prominente en Jerusalén, la cual está situada sobre una montaña. Josephus nos dice que la fachada es cientos de cubits de ancho y alto – 150 pies, tan alto como un edificio de quince pisos. Además, Josephus dice, “Dado que todos los lados del templo estaban cubiertos con grandes planchas de oro, radiaba como una bola de fuego en cuanto salía el sol. Cuando la gente intentaba mirarlo tenían que apartar la vista, como la apartaría de los rayos de sol.” Su amueblado era tan extravagante como el edificio mismo.

“Estas cosas que veis” (v. 6). Los discípulos ven los adornos exteriores, pero no ven la bancarrota espiritual detrás de las fachadas – la hipocresía (11:37-54) – la opresión (18:7; 20:47) – el rechazo del Mesías y del Evangelio (13:33-34; 20:13-18; Actos 13:46-48; 18:5-6; 28:25-28) – y la muerte inminente del Hijo de Dios en manos de las autoridades religiosas (9:22; 18:31-33; 19:47; 20:14-19; 22:1-2; 52; 23:1-25) (Stein, 521; Bock 334).

“Días vendrán que no quedará piedra sobre piedra” (v. 6). Seis siglos antes, Dios llamó a Jeremías para que avisara a la gente de Jerusalén que cambiaran sus vidas para que Dios continuara viviendo entre ellos. Jeremías proclamó, “No fiéis en palabras de mentira, diciendo:

‘Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es éste’” (Jer. 7:4). Dios preguntó, “¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa, sobre la cual es invocado mi nombre?” (Jer. 7:11) – un versículo al que Jesús aludió cuando él mismo limpió el templo (Lucas 19:46). La gente no prestó atención al aviso de Jeremías, y la ciudad y el templo fueron derribados, y la gente tomada en cautividad.

En 19:41-44, Jesús predijo la caída de Jerusalén. Ahora predice la caída del templo. De nuevo, el problema es la falta de fe de la gente. La profecía de Jesús se cumplirá unas décadas más tarde, en el año 70 d.C. cuando los judíos se sublevarán contra los romanos y serán castigados por un asedio. La ciudad, que al comienzo servía de refugio para sus ciudadanos, se convertirá en una trampa a medida que se aprieta el asedio. Sus habitantes se rebajarán al canibalismo. La mayoría de ellos morirá; el resto será tomado en cautividad; y el templo quedará completamente destruido (Barclay, 269).

Al examinar estos versículos, debemos encontrar La Media Dorada entre aquellos que, por una mano, dirían que Jesús intencionó estas palabras para la Ciudad de Nueva York y las Torres Gemelas, y aquéllos que, por otra mano, dirían que no hay nada de importancia aquí para hoy. ¿Qué lecciones podemos aprender de estos versículos? Considere lo siguiente, y después compile su propia lista:

• Dios reserva castigo particularmente severo para aquéllos que se esconden tras una fachada de prácticas religiosas vacías.

• Hasta los más bonitos edificios no tienen valor a no ser que la gente cumpla fielmente la voluntad de Dios. Nuestras ciudades están llenas de iglesias que una vez fueron magnificas pero que ahora se encuentran casi vacías, cuyas congregaciones han fallado en su Gran Comisión – fallado en extender la mano con el Evangelio – fallado en amar a sus vecinos y en servir a su comunidad.

• Nuestras obras más magnificas – hasta aquéllas que parecen más duraderas – solo duran un momento.

LUCAS 21:7-8. ¿CUÁNDO? ¿QUÉ SEÑAL?

7Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar á ser hechas? 8El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos.

“Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar á ser hechas?” (v.7). Cuando nos vemos confrontados con cualquier desastre, preguntamos: ¿Cuándo? ¿Qué es lo que debemos esperar? ¿Cómo lo sabremos? ¿Cómo podemos prepararnos? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos escapar?

En versículos 9-11, Jesús les da a los discípulos tres señales que pueden esperar: (1) falsos profetas, (2) caos político, y (3) desastres naturales.

La cuestión es si los eventos de v. 8 ff. señalan a la destrucción de Jerusalén o a la Segunda Venida. Eruditos suelen estar de acuerdo con que es la destrucción de Jerusalén (Evans, 307; Henrich, 450; Stein, 514).

“Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos” (v. 8). Gente que sigue los falsos profetas traerá la destrucción de Jerusalén. Los fanáticos dirigirán una insurrección contra los romanos – una movida fatal. Roma les destruirá.

Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, describe tres instancias de falsos profetas: Theudas dirigió una insurrección desastrosa de cuatrocientos seguidores (Hechos 5:36). Judas el galileo hizo lo mismo (Hechos 5:37). Un egipcio, que quedó sin nombrar, también dirigió cuatro mil seguidores en una insurrección (Hechos 21:38).

Nuestra nación no tiene carestía ni falsos profetas, ambos religiosos y políticos. Algunos dicen que saben cuando terminará el mundo. Otros predicen desastres. Algunos son demagogas, aprovechándose de nuestro temor. Otros promueven un Evangelio de Prosperidad – “crean y se harán ricos.” Algunos promueven el materialismo secular – un evangelio de acciones y valores, bienes raíces, y tramas para hacerse ricos rápidamente – como si el dinero fuera la respuesta. Aún, otros promueven hedonismo, como la “Filosofía del Playboy,” como si el placer fuera la respuesta. Otros promueven la salud física, como si la salud fuera la respuesta. Todos estos acaban fallándonos, algunos desastrosamente.

LUCAS 21:9-11. ESPANTOS Y GRANDES SEÑALES DEL CIELO

9Empero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero: mas no luego será el fin. 10Entonces les dijo: Se levantará gente contra gente, y reino contra reino; 11Y habrá grandes terremotos, y en varios lugares hambres y pestilencias: y habrá espantos y grandes señales del cielo.

Versículo 28 promete redención, pero primero vendrán tiempos terribles – guerra, caos político, y desastres naturales. No debemos aterrorizarnos al saber que la redención se acerca. Jesús, sin embargo, no promete una vida sin dolor. En vez de prometer un escape de nuestras dificultades, nos ofrece recursos espirituales para confrontarlas.

LUCAS 21:12-15. OS ECHARÁN MANO Y OS PERSEGUIRÁN

12Mas antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán (griego: epibalousineph’ humas tas cheiras auton – pondrán sus manos sobre ti), entregándoos (griego: paradidontes) á las sinagogas y á las cárceles, siendo llevados á los reyes y á los gobernadores por causa de mi nombre. 13Y os será para testimonio (griego: martunion). 14Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder: 15Porque yo os daré boca y sabiduría, á la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

“Mas antes de todas estas cosas” (v. 12) – significa “antes de la destrucción del templo” en vez de “antes de la Segunda Venida.”

En los Hechos, Lucas describirá el cumplimiento de estas profecías:

• El arresto de los discípulos (Hechos 4:3; 5:17-18; 12:1-5; 21:27-36).

• La persecución de los cristianos, siendo Saúl uno de los principales perseguidores (Hechos 7:52; 8:3; 9:5; 12:1-2; 22:4, 7-8; 26:9-11, 14-15).

• Problemas con las sinagogas (Hechos 6:9; 9:2; 13:44-51; 17:1-5; 18:4-7; 19:8-9; 22:19; 26:11).

• Problemas con reyes y gobernadores (Hechos 12:1; 23:24; 26, 33; 24:1, 10; 25:13-14, 23-24, 26; 26:2).

En v. 12, la frase traducida “os echarán mano” en la NRSV es literalmente “poner sus manos sobre si.” Lucas usará esta misma frase para describir el deseo de poner sus manos sobre Jesús (20:19) y poner sus manos sobre cristianos (Hechos 4:3; 5:18; 12:1; 21:27). De la misma manera “entregado” (paradidomi – a veces traducido “traicionado”) será usado por Jesús (9:44; 18:32; 24:7) y sus seguidores (21:12, 16; Hechos 21:11; 28:17).

“Y os será para testimonio” (v. 13). El arresto y la persecución les dará a los discípulos la oportunidad de testificar (martunion – trascrito como “mártir” en inglés por el martirio de los primeros cristianos).

“Os daré boca y sabiduría, á la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán” (v. 15). Cristianos no deben preocuparse por lo que dirán, porque Jesús les dará palabras invencibles de sabiduría. Otra vez, esto se cumplirá en los Hechos:

• Pedro y Juan serán arrestados y se aprovecharán de la ocasión para testificar frente el concejo (Hechos 4:1-22). El concejo quedará maravillado de su testimonio y les ordenará no hablar más de Jesús, pero su temor de la gente les refrenará de imponer castigos más severos.

• Pedro y los apóstoles serán arrestados, pero un ángel les soltará para que puedan continuar enseñando en el templo. Al ser arrestados otra vez, dirán, “Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres,” y prosiguen predicándole al concejo. El concejo querrá matarles, pero Gamaliel les convencerá de que les suelten, diciendo, “…si este consejo ó esta obra es de los hombres, se desvanecerá: Mas si es de Dios, no la podréis deshacer” (Hechos 5:17-42).

• Esteban predicará un largo y poderoso sermón al concejo, llevándole a su martirio (Hechos 7).

• Pablo y Silas serán arrestados y sometidos a latigazos, y estando en prisión, cantarán himnos. Un terremoto les liberará, pero se quedarán en la prisión, convirtiendo a su carcelero y a su familia. Cuando las autoridades tratan de soltarles, Pablo y Silas atestarán su ciudadanía romana y protestarán su arresto equivocado, forzando a las autoridades a disculparse (Hechos 16:16-40).

• Pablo utilizará varios arrestos para dar testimonio de su fe (Hechos 22:1-21; 23:1-6; 24:10-21; 26:2-29).

“Os daré boca y sabiduría” (v. 15). En muchas ocasiones, cristianos han dado testimonio poderoso de su fe frente a persecuciones. Inmediatamente, se me ocurren Corrie ten Boom y Dietrich Bonhoeffer, pero mucho testimonio cristiano hoy día toma lugar sin anunciarse, especialmente en los países del Tercer Mundo. Aún sin ser perseguidos, proveemos testimonio a Dios en cualquier ocasión en la que aceptamos momentos de adversidad con gracia.

En las naciones del oeste, pocos de nosotros hemos sufrido a causa de nuestra fe, pero no debemos imaginarnos que no pueda pasar. Musulmanes fundamentalistas están determinados de imponer su fe a nivel mundial, y han demostrado su disposición a usar violencia para hacerlo.

LUCAS 21:16-19. POR SU FORTALEZA, GANARÁN SUS ALMAS

16Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán á algunos de vosotros. 17Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. 18Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá. 19En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

“Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos” (v. 16). Antes, Jesús dijo, “Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la ejecutan”(8:21). Avisó, “Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo” (14:26). Nos llama a ser discípulos no solo cuando se trata de cosas malas, sino también cuando se trata de cosas buenas, como la familia.

Parece haber una contradicción en estos versículos. Jesús dice, “matarán á algunos de vosotros” (v. 16), pero después promete, “Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá” (v. 18). En los Hechos, Lucas describirá la muerte de Esteban (Hechos 7:54-60), Santiago (Hechos 12:2) y posiblemente otros (Hechos 22:4), entonces está claro que los discípulos sufrirán y morirán por el Evangelio. En v. 18, Jesús puede estar asegurándoles de que la iglesia no será disminuida por persecución – o que aquéllos que matan al cuerpo “no tienen más que hacer” (12:4).

“En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas” (v. 19). Confrontados con persecución y/o muerte, ¿cómo podemos perdurar? Ayudará si calculamos el precio de ser discípulo, en vez de asumir que ser discípulo será una cosa cómoda (14:26-33). También ayudará recordar esta promesa – que por nuestra fortaleza ganaremos nuestras almas.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

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