Comentario
Estudio de la Biblia

Mateo 6:24-34

RECURSOS PARA PREDICAR
Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller

MATEO 6:24-34: UN RESUMEN

La lección del Día de Acción de Gracias omite versículos 24, 34. Los he incluido en esta exégesis, porque los considero una parte importante de este pasaje.

Esta lectura nos obliga a ir más allá de “¡Gracias, Dios, por todas mis cosas!” como nuestro mensaje de agradecimiento – como es apropiado. La base de dar gracias en este texto es que el Padre, que ha demostrado su generosidad a lo largo de toda creación sabe de nuestras necesidades – y, si primero buscamos el reino de Dios y justicia, “todas estas cosas os serán añadidas” (v. 33).

MATEO 6:24: NINGUNO PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES

24Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón (griego: mamona – propiedad).

Jesús no dice esto como aviso, sino como hecho – no dice que no debemos servir a dos señores, sino que simplemente no es posible. El intento de servir a dos señores solamente nos frustrará y perderemos el tiempo.

Tampoco es posible no servir a ningún señor. Nos guste o no, nos guiamos por algún principio – aún si ese principio es el nihilismo (la creencia que no existe objetivo ni verdad moral). Si es verdad que solo podemos servir a un señor – y ambos Jesús y nuestra experiencia nos dicen que así es – entonces, es importantísimo a cuál señor elegimos servir.

Mammon (griego: mamona – propiedad, dinero, posesiones). La NRSV traduce mamona como “riqueza,” pero la KJB la transcribe (la añade al lenguaje como una palabra nueva) – Mammon – una palabra que, cuando capitalizada, suena como el nombre de un dios pagano. Hay que encomendar el método de KJB. Aunque no había ninguna religión que, en la época de Jesús, adorara a un dios llamado Mammon, gente de todas las edades veneran en el altar de Mammon. Hoy lo llamamos Éxito o Ascensión o Prosperidad o la Buena Vida, y lo usamos como un marinero puede usar la estrella polar – para determinar el rumbo que tomamos – guiar nuestras vidas. Jesús dice que no podemos seguir a ambas, la estrella del marinero y la estrella de Dios. Estas estrellas residen en dos partes separadas de los cielos. Si intentamos virar entre las dos, solo nos llevará al abismo.

Este versículo no prohíbe poseer riquezas, pero unos versículos antes Jesús aconsejó, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan; Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan: Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón” (6:19-21).

El problema se encuentra más en tener mammon que en servirlo – darle nuestro corazón – dejar que rija nuestras vidas – convertirlo en la prioridad más importante – dejar que se ponga entre nosotros y Dios. David aconseja, “Si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella” (Salmo 62:10).

Mientras que las riquezas nos tientan a ser egoístas, es posible utilizarlas sin ser egoístas. Pablo les aconseja a los ricos “no sean altivos,” sino “hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen; Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á la vida eterna” (1 Tim. 6:17-19).

El problema es que mammon enreda sus tentáculos por nuestros corazones y va ahogando nuestra relación con Dios. Tras su encuentro con el joven y rico regidor, Jesús observó, “más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”(Mateo 19:24).

MATEO 6:25: NO OS CONGOJÉIS POR VUESTRA VIDA

25Por tanto os digo: No os congojéis (griego: merimnate – estar ansioso) por vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

“Congojarse” (griego: merimnesete – estar ansioso – aprehensivo de algún peligro posible o de alguna desgracia). Jesús no recomienda que seamos descuidados e irresponsables, pero nos pide que no nos dejemos distraer por preocupaciones. La preocupación deshabilita; la fe habilita.

Ansiedad en cuanto a mammon es un cáncer del alma que tira contra los ricos, los pobres, y aquéllos en el medio:

• La persona rica está ansiosa de invertir bien para hacerse aún más rico – acumular casas, coches, arte, ropa, y otras posesiones que demuestren su éxito – y proteger estas posesiones contra las polillas, el óxido, el desfalco, el fraude de contabilidad, inflación, deflación, intereses altos y bajos, y un sinnúmero de otras amenazas. La energía requerida para sacar el mayor provecho, por modesto que sea, es enorme, y no existen garantías. Y, por supuesto, tarde o temprano la muerte nos lo quitará todo. Lo más que tenemos, lo más que estamos expuestos a perder, y lo más que nos preocupamos por perderlo.

• La persona de clase media está ansiosa por la seguridad de su trabajo, el seguro médico, los pagos del coche y de la casa, la matrícula, el coste de la guardería, tejados que gotean, ruedas gastadas, y una multitud de otras preocupaciones.

• La persona pobre está ansiosa por mantener un tejado sobre su cabeza y comida en la mesa. Gente pobre es más fácilmente tentada por la lotería u otros intentos de hacerse rico rápidamente, porque tienen necesidades tan desesperantes y poca esperanza.

Recuerda que Jesús, hasta cuando nos aconseja no preocuparnos, es consciente de una cruz en su futuro. No es estoico sobre el dolor – sudará gotas de sangre en Gesemanía – pero también rezará, “No se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas, 22:42).

Jesús no nos sugiere ser petulantes sobre posesiones – administrar descuidadamente. Como sus discípulos, asumimos la responsabilidad de ayudar a los hambrientos y a los desplazados. Hacia el final de este Evangelio, Jesús avisará que el Día del Juicio Dios contará como ovejas a aquéllos que han cuidado de los necesitados y como cabras a aquéllos que han fallado en hacerlo (Mateo 25:31-46).  Y, aún cuando ayudamos a los pobres y a los vulnerables, no necesitamos estar ansiosos si la obra parece abrumadora. Solo necesitamos caminar con fe, haciendo lo que podamos y confiando que Dios hará el resto.

MATEO 6:26-30: MIRAD LAS AVES DEL CIELO

26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas? 27Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo? 28Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;29Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe?

Primero, Jesús nos dice que no estemos ansiosos, y después nos da este razonamiento:

• Dios, el que nos dio vida, proveerá nuestras necesidades.

• Dios provee para la golondrina, que trabaja pero no se preocupa.

• Nuestra preocupación es inútil; no cumple nada.

• Dios viste las flores de manera bella, aunque sean de menor importancia comparadas con humanos – hijos e hijas de Dios creados en su imagen. Jesús argumenta de menor a mayor – un tipo de razonamiento común entre los judíos de su tiempo.

– Preocupación es la marca del pagano.

Es verdad que las aves “no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes,” pero eso no significa que sean criaturas perezosas o descuidadas. Construyen nidos, buscan comida, y cuidan a sus pequeños. Nosotros tenemos la obligación de hacer lo mismo: trabajar – producir – evitar la ociosidad y la dependencia (2 Thes. 3:6-13).

Hablando de aves, “Jesús no dice que ‘su’ Padre celestial les alimenta, sino que ‘tu’ Padre celestial; el mismo Padre en que los que ansían han dejado de confiar provee las necesidades básicas como la comida y la ropa.

“Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura (griego: pechun – cubital) un codo?” (v. 27). Un cubital es una medida de distancia en vez de tiempo – la distancia de la punta del dedo hasta el codo – aproximadamente un pie y medio (medio metro). En este contexto, sin embargo, claramente se refiere al tiempo – una vida. Lo irónico es que ansiedad no alarga la vida sino que la acorta. ¡Preocupación mata! ¡Atasca nuestras arterias y para los corazones!

“Reparad los lirios (griego: krina – flores silvestres) del campo… ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos” (vv. 28-29). Dios no viste a sus criaturas en vestidura simple, sin adornos, sin forma. Jesús usa la gloria de Salomón para ilustrar vestidura pródiga y suntuosa. Dios creo krina para ser aún más pródigas y suntuosas que la mejor vestidura de domingo de Salomón.

Krina se puede referir a cualquiera de varias flores silvestres, incluyendo lirios, anémonas, amapolas, y margaritas. Las krinas son bellas. Al vestirlas, Dios utilizó cada color, textura, y forma, entretejiéndolas para hacerlas extremadamente agradables de mirar. No solo están las krinas bellamente vestidas, sino que también los árboles – y los pájaros – y las mariposas – y leones, leopardos, panteras, gatopardos – caballos y vacas – koalas y canguros – zebras y jirafas – y peces tropicales. Claramente Dios disfruta de la belleza y espera que nosotros también la disfrutemos.

El pedido aquí no es pasar de largo la belleza en vestidura (o en cualquier otra cosa), sino pasar de largo la ansiedad por al ropa (o por cualquier otra cosa). Es bueno disfrutar de los regalos bellos de Dios, pero no es bueno preocuparse por ellos. De nuevo, Jesús argumenta de menor a mayor. Si Dios cuida de las flores silvestres y la hierba, ¿no cuidará también de sus hijos?

MATEO 6:31-33: MAS BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS

31No os congojéis (griego: merimnesete – estar ansioso) pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? 32Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

“No os congojéis” (merimnesete – estar ansioso). KJV dice, “Por lo tanto, no penséis,” que suena como si Jesús prohíbe planear, pero ése no es el caso. El tema aquí es preocupación – ansiedad.

Jesús no dice que la comida y la ropa no sean importantes, sino al contrario, nos recuerda que el Padre – el que nos creó para ser humanos – conoce bien nuestra necesidad de comida, ropa, y “todas estas cosas.” No tenemos que persuadirle al Padre de esto, porque el Padre siempre lo ha sabido. Esto nos conforta, porque el Padre sea capaz de proveer nuestras necesidades.

La estrella hacia la cual el cristiano debe navegar es Dios – el reino de Dios y su justicia. La promesa es que la persona que se dirige en esa dirección encontrará bendiciones por el camino. No promete riquezas, sino las cosas esenciales – comida y ropa. Estas dos, comida y ropa, sirven de metáfora para todas las otras cosas esenciales: aire para respirar, cuidado médico, alojamiento, y todo lo demás.

El cristiano que pone en práctica el consejo de Jesús puede ser un gran testigo. Tanta gente se preocupa por cosas insignificantes – la marca de su ropa y sus coches. Gente que vive prudentemente y confía que Dios proveerá sus necesidades se contrasta con gente tan ansiosa. Su plácida manera de ser hace que otros se sientan atraídos a ellos, permitiéndoles dirigir a aquellas personas hacia Cristo. Poner en práctica lo que dice este pasaje puede salvar la vida, ambos para la persona que lo hace – y para aquéllos a quienes sirve de testigo.

“Gentiles” en este versículo significa “paganos” – gente fuera de la comunidad de fe – gente que no sabe nada de Dios – gente cuyas acciones nacen de motivos y pensamientos impuros. Es esta gente la que pregunta “¿Qué beberemos?” o ¿Qué vestiremos?”

“Buscad primero el reino de Dios” no significa primero en una secuencia de acciones, sino primero en prioridad. No es que debemos buscar el reino de Dios por una temporada y después ser libres para buscar otras cosas, sino que siempre debemos mantener el reino al frente de nuestras preocupaciones.

MATEO 6:34: ASÍ QUE, NO OS AFANÉIS POR MAÑANA

34Así que, no os congojéis (griego: merimnesete – estar ansioso) por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán (griego: kakia).

Como se anota arriba, esto no intenta prohibir la planificación o la preparación, sino la ansiedad. En la Parábola de las novias (25:1-13), Jesús deja claro que preparación es esencial – aunque la preparación que se necesita en esa parábola es de naturaleza espiritual, no pretende asegurar la seguridad física que anhelamos desde la cuna al sepulcro.

Mientras planeamos y preparamos, podemos estar seguros de que Dios es para nosotros, por eso, no hay necesidad de estar ansiosos (Rom. 8:31). Esto no garantiza que Dios apoyará todos nuestros planes o que nos abrirá todas las puertas que queremos abiertas, es una garantía que Dios abrirá las puertas correctas en los momentos apropiados. Tampoco garantiza que no sufriremos. Cristo nos pide llevar la cruz de discípulo (8:34), y muchos cristianos han sufrido y muerto por su fe. Sin embargo, es una promesa que, tanto en la vida como en la muerte, le pertenecemos a Dios, tanto en la vida como en la muerte, Dios provee nuestras necesidades.

“Los problemas (kakia – maldad, cosas malas, dificultades, preocupaciones, apuros) de hoy bastan para hoy.”  Ésta es una llamada para vivir en el presente. Mientras que puede ser importante conocer nuestra historia para aprender de ella – y para planear el futuro, así evitando que simplemente flotemos sin rumbo en el mar de la vida – podemos estar seguros que el Padre que proveyó para nosotros ayer también proveerá para nosotros mañana.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

BIBLIOGRAFÍA:

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